Cuando hablamos de trabajo ágil o Agile Working, hemos de huir del enfoque centrado en la flexibilidad laboral, en los puestos de trabajo hot desking o el teleworking en casa. Tampoco se trata simplemente de Coworking.
Hemos de partir del concepto que “el trabajo es una actividad, no un lugar”, cada vez más valido en una economía basada en servicios. De hecho, el trabajo efectivo no es tanto sobre dónde o cuando la gente trabaja, sino más bien sobre lo bien que lo hacen.
Agile Working consiste en acercar personas, procesos, conectividad y tecnología, tiempo y lugar juntos para encontrar la manera más apropiada y efectiva de trabajar. Se centra en eliminar las barreras para conseguir que el trabajo se realice de manera eficiente. Incorpora dimensiones de flexibilidad de tiempo y lugar, pero también implica hacer el trabajo de manera diferente centrándose en el rendimiento y los resultados. Es transformacional y el objetivo es crear organizaciones más ágiles, eficientes y eficaces, basadas en equipos e individuos más equilibrados, motivados, innovadores y productivos.
Agile Working, da un paso más en el Flexible Working ya que no sólo se centra en flexibilizar horario y lugar de trabajo, sino que también pretende agilizar el trabajo en sí, realizarlo de forma más inteligente “smart working”. Todo esto apoyado en la tecnología e interactuando y colaborando con las demás personas ya que, sin colaboración, no hay resultados.
Para lograrlo se desarrollan espacios de trabajo común y un ambiente aún más colaborativo, se desarrollaron espacios de trabajo “connect” que se componen de salas abiertas, o espacios de coworking, para trabajar en equipo. La tecnología juega un papel importante, lo que permite estar más conectados y trabajar desde cualquier locación. De hecho, la red o el mundo digital se considera cada vez más como el lugar de trabajo con el consiguiente aumento de personas que trabajan en las «nubes» o «mundo virtual».
Este nuevo esquema de trabajo, que es tendencia mundial, tiene grandes beneficios; no solo para los trabajadores, sino también para la empresa (incremento de la productividad, atracción y retención de talento, reducción de costes) y en el medio ambiente (reducción de emisiones de CO2, ahorro energético y pacificación de las ciudades por reducción de tráfico).
Aunque también existen barreas culturales para adoptar esta forma de trabajar. En este artículo de la revista Forbes podemos leer más sobre ellas.
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