Siempre es buen momento para emprender y el verano no debe convertirse en una excusa para demorar la puesta en marcha de un proyecto.
Tal como indica el post de CincoDías, existen razones para esperar a septiembre para emprender. No obstante, también existen razones para no esperar.
1. Hay sectores económicos, por ejemplo en las actividades relacionadas con el ocio o el turismo, donde precisamente la estacionalidad del verano es una oportunidad de entrada y crecimiento. Oportunidad que difícilmente tendremos en otras épocas del año.
2. En verano, con frecuencia, nos desprendemos de rutinas y actividades que tenemos durante el resto del curso, lo que nos permite disponer de más tiempo para dedicar a esos proyectos que tenemos en cartera.
3. En verano hay más predisposición para el disfrute, personas relajadas, con buen humor, ganas de probar cosas nuevas y consumir y hacer actividades diferentes y novedosas. El clima favorece el estado anímico de las personas, potenciales consumidores. Es una oportunidad para emprender en actividades innovadoras, frescas y sugerentes.
4. Hay potencial mano de obra ya que, principalmente jóvenes, buscan empleo y están dispuestos a formar parte startups y proyectos nuevos e ilusionantes para sacralos adelante y adquirir experiencia.
5. En esta época del año el coste de oportunidad es más bajo y se reduce la competencia. Es un buen momento para aprovechar la paralización que se produce en muchas ciudades, con negocios que cierran por vacaciones.
En definitiva, el verano es una buena época para emprender y seguir la metodología lean startup : “falla rápido y barato”. Además, ya sabes… ¡si emprendes, o triunfas o aprendes! Hace un día precioso para crear tu startup.
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